Sunday, September 11, 2011

Sin senos no hay paraíso.

Conozco una mujer que dice que su terapia antidepresiva es irse de compras. Va y compra compulsivamente, tampoco que haga falta estar deprimida porque el sistema  ayuda. Siempre hay algo que comprar porque siempre tienen ventas. Recuerdo que al día siguiente de regresar de mi último viaje a la isla ya estaba revisando los folletos de los comercios para ver que tenían “en venta” e irme de compras para llenar la despensa y quizás quitarme esa sensación que te embarga allá, pues aún con dinero no tienes acceso a  lo que necesitas o lo que quieres; pero ya sabemos que la escasez es un mecanismo para mantener a la gente entretenida. Volviendo a mi conocida, le gusta deprimirse porque así tiene  pretextos para comprar sin sentido de culpa, una forma de llenarse de cosas que temporalmente llenan un hueco que nada tiene que ver con poseer pero que desconoce cómo colmar.
Anoche, sin ventas o algo que se le parezca me fui a Victoria’s a buscarme unos sostenedores de algodón. Nada de satín o encaje, nada elaborado, iba por la comodidad del algodón que me ayuda a pasar estos veranos casi eternos de la ciudad sin que sude a mares. Y allí entre diseños de flores primaverales y colores enteros que son los que me dominan finalmente se me acercó una señora cuarentona y  mirando deliberadamente mis senos y  mi elección, me dijo que los ”push ups” eran buenos, que su hija los usaba todo el tiempo hasta que se decidió a operarse. Bendita decisión,según ella , porque la pobre muchacha sufría un complejo que la perseguía en forma de maldición y a la que ya unas cuantas han sucumbido llevándolas al quirófano para agregar silicona a sus pechos ; y que ahora estaba tan feliz, que era otra persona. Al parecer la chica se tomó muy en serio el mensaje distorsionado que ha envíado la sociedad últimamente donde el culto a la belleza  física y alcanzarla a través de la cirugía soluciona todos nuestros males.
Se despidió la  señora no sin antes mostrarme un juego de brassier y bragas que le compró a la hija y sugerirme que si alguna vez tenía la posibilidad me pusiese implantes. "Si ves la de pretendientes que tiene mi hija ahora ”, me dijo. Olvidé preguntarle si la hija antes de operarse los senos no querría implantarse algo de materia gris en el cerebro. Como dice un amigo, " Sin senos no hay paraíso? Menos mal que se inventó el GPS, si no acabarían todas en el infierno". También olvidé comentarle que seduzco a mi hombre sin paño que me cubra, que sólo me gusta ataviar mi cuerpo con un par  de stilettos.

6 comments:

  1. Un tema netamente femenino. El final, bueno, ya es otra cosa.

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  2. Qué otra cosa anónimo? El final me es muy femenino.

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  3. El final es femenino pero disfrutable por los hombres, en particular para el dichoso que es dueño de sus piernas.

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  4. El tema lleva mucho debate. la mayoria de las mujeres (saturadas de publicidad resaltando su sexualidad)concordarían en aceptar que esta "norma" social ha de cumplirse al pie de la letra si se quiere trinfar. Esto aplica a todas las esferas; laborales, de pareja, hasta de amistades. Las mujeres estan convencidas de que la única manera de llegar es lucir bien. No hace mucho tiempo atrás tener personalidad, (no pechonalidad) era suficiente, acompañado de inteligencia y sabias desiciones, para triunfar. Hoy vivimos en una sociedad en la que la sexualidad, solamente, ha reemplazado todas las demas. Tristemente, así es.

    saludos, de la parte masculina de Kontarte.
    Me encantó tu escrito.

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  5. Gracias por tu comentario Michael. Realmente es un tema controversial, especialmente cuando uno trata de dosificar la vanidad para que no opaque la espiritualidad.
    Saludos.

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