Thursday, August 9, 2012

Puesta.

   Cuando llegué a la orilla estaba contaminada, roída hasta el tuétano. Hice la caminata con la convicción de que no se vería, que la nube negra que se había posado obstinadamente sobre mi cabeza sería un coágulo celeste. Ese espectáculo pretérito de escuchar cantar al astro mientras es engullido por La Mer perdió todo sentido. Me senté inmóvil en una silla, el trípode a un lado, la cámara en la bolsa. Si hubiese cerrado los ojos, habría sorteado la embriaguez de tanto rojo. Pero ahí estaba y con sus tonalidades echaba a perder la escena en que me muestro melancólica hasta cogerme lástima yo misma.
   Bien sabe el universo de conspiraciones. La gente se aglomera en la arena. Parece ser la última oportunidad que tendrán en vida de ver una puesta. Tanto rojo es dañino para la salud, en ocasiones. Recuerdo la representación cromática que hiciste de mi personalidad. Esa pasión mía que amas o detestas, cuando no puedo controlarla. La cámara me pide que la saque de la bolsa y lo hace a través de voces indistintas. Ahora solo media un lente entre el mundo y yo. Los matices me regalan el sonido: olas que rompen, risas distantes, gaviotas que alzan vuelo, un chapoteo que se acerca. Todo parece notar que existo, todo despierta ante mi. "Play it once, Sam, for old times' sake" , siento ganas de decir y que la melodía del piano me bañe en recuerdos. Los sonidos sin palabras activan mi código armónico interno. Es un idioma que mi cuerpo y mi mente reconocen.
   Camino hasta mojarme. Dejo que el momento me haga, Las olas me acarician los pies y mi ojo le dicta imágenes al lente. Era esto lo que quería inmortalizar. El obturador se abre tal como lo hace mi cuenco tibetano que recibe y da afinación. Siempre se me ha antojado que la puesta es un postre al que el mar no puede resistirse, sin importar cuánta saciedad lo embargue. El mundo se detiene, la vida comienza. Horizonte es ese punto en que el círculo de eternidad toca una línea infinita. El incendio marino difumina mi silueta. Inicialmente el azul saborea el rojo para luego devorarlo de un tirón. Tanta humedad me extasía. Ven, querido, respírame cerca con tu don de licantropía. Mi boca aventura tu luna.

6 comments:

  1. Puesta y dispuesta! No acabo de decirdirme por cual me gusta mas, si la foto que tomo la camara o la que tomaron tus palabras. Creo que me quedo con las dos...Que egoismo el mio, pero es que no hay excesos. Un abrazote

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    1. Estoy haciendo la transición a la fotografía. Este blog va a quedar para imágenes.
      Bisous.

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  2. Radiografía de un arco iris (de colores, de sabores, de sonidos) Excelente

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